El prestigioso chef húngaro Sándor Kerekes regresa al Grupo Lezama
El fundador del Grupo Lezama Don Luis Lezama, recibe en la Plaza de Oriente la visita del chef.
Nieto de carnicero, hijo de cocinera y de confitero, Sándor Kerekes se puede considerar un enamorado de la gastronomía de toda la vida. La escuela de hostelería siempre fue su primera opción y tras terminar sus estudios ganó un concurso internacional de pastelería, cuyo premio era un viaje de estudios a Canadá o un contrato de un año para un restaurante español.
Sándor, lo tuvo claro y eligió la Taberna del Alabardero llegó con 21 años, y le gusta recordar que trabajaba en el restaurante de un hombre muy influyente. Su jefe, Don Luis Lezama, al que llamaba, “El Cura”, contaba ya entonces con cinco restaurantes en todo el país.
Durante el tiempo que trabajó en las cocinas del Grupo Lezama, se centró en la pastelería, para acabar al lado del difunto chef Ángel Lorente en la Taberna del Alabardero con el que aprendió poco a poco a tratar la carne y el pescado. Se siente orgulloso de haber podido conocer la gastronomía española gracias al Grupo Lezama. Y aunque tenía previsto estar solo un año entre nuestros fogones, duplicó su estancia. A su vuelta a Hungría trabajó en diferentes cocinas para acabar abriendo su propio restaurante, Gleda, donde defiende la cocina húngara con matices internacionales.
Sándor Kerekes, fiel a la cocina tradicional de la Taberna del Alabardero, suele venir por los establecimientos del Grupo Lezama con toda la frecuencia que le permiten sus fogones, como estos días lo hemos tenido por aquí y con quien ha recordado aquellos maravillosos años junto con Don Luis Lezama.